Según un estudio publicado en la revista Human Reproduction Update, en la que se trabajó con información procedente de 42.000 hombres de 50 países distintos, la calidad del esperma en Occidente se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años. Esto nos lleva a plantearnos ¿cómo asumen los hombres los problemas de infertilidad o las dificultades a la hora de ser padres? En diferentes casos la culpabilidad o la baja autoestima aparecen.
Las causas de esta disminución pueden deberse a factores de riesgos característicos de este tipo de sociedad, como el sedentarismo, el ritmo de vida estresante y la exposición diaria a tóxicos ambientales. Otras razones o causas de infertilidad masculina pueden ser de origen cromosómico, como el síndrome de Klinefelter o anatómico, como una alteración en el tracto genital que imposibilita depositar el semen en el fondo de la vagina. Este tipo de causas, de origen masculino, explican el 30% de los problemas de infertilidad.
Idéntico porcentaje, 30%, explican las causas de infertilidad por origen femenino, la más común, plantearse tener hijos cuando el potencial reproductivo de la mujer ha disminuido a partir de los 35 años. Por otra parte, el 20% de los casos son explicados por causas mixtas y el 20% por causas inexplicables (IVI, 2019).
Cuando la mujer es la detectada, el hombre suele adoptar, al principio, una posición más optimista que ella (Mikesell, 2000), siendo necesarios, al menos tres años de esta experiencia, para que su nivel de angustia emocional sea equiparable al de su pareja. En cambio, cuando el hombre es el detectado como infértil, no es tan optimista en un principio como en el anterior caso, siendo su primera reacción de frustración, culpabilidad y problemas de autoestima, muchas veces relacionados erróneamente con pérdida de virilidad. Aparecen sentimientos y reacciones asociados a la infertilidad y emociones negativas que pueden llegar a afectar a la persona en cuestión.
Independientemente del origen del problema o de la dificultad para conseguir el embarazo, la mujer es la única que puede gestar el embrión y dar a luz. En ella recae la mayor parte de los tratamientos de reproducción, muchos de ellos un tanto incómodos, como la estimulación ovárica, que influye en que el hombre se sienta más culpable si él tiene la causa del problema detectada. Pese a que pasar por los procedimientos puede ser incómodo para ellas, en cierta forma participan activamente en el proceso. En cambio, el hombre puede sentirse excluido del proceso.
También se observan por sexos, diferentes formas de afrontar el problema y disminuir el estrés. Los hombres para cuidar su salud emocional suelen centrarse en actividades que les ayuden a aislarse de la realidad y no pensar en el diagnóstico, como centrarse más en el trabajo, el deporte o sus hobbies. Esto puede generar malentendidos con su pareja, ya que las mujeres suelen necesitar hablar más para desahogarse, pensar erróneamente que como parece distraído, él no está preocupado.
Es importante que ambos formen un equipo unido con la idea de perseguir el mismo objetivo. Respetar los tiempos de la pareja sin romper con la comunicación, el apoyo, la paciencia y la fortaleza.
Cuando se detectan dificultades, es fundamental que acudan a un profesional de la psicología. Pese a que puede no haber en la pareja un problema de fondo, si no se gestiona bien la situación, puede acabar desgastándolos y ser un motivo de divorcio. Por ejemplo, es común en muchas parejas que se rompan cuando uno quiere seguir con los tratamientos y el otro no. Acudir a un/a psicólogo/a experto en el tema puede ayudarles a la toma de decisiones analizando con ellos toda la situación en su conjunto y proporcionando herramientas para reenfocar las dificultades.
También puede ser de ayuda unirse a asociaciones en las que hay personas con problemas de infertilidad y pueden apoyarles ante estos momentos tan difíciles.
Según un estudio publicado en la revista Human Reproduction Update, en la que se trabajó con información procedente de 42.000 hombres de 50 países distintos, la calidad del esperma en Occidente se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años. Esto nos lleva a plantearnos ¿cómo asumen los hombres los problemas de infertilidad o las dificultades a la hora de ser padres? En diferentes casos la culpabilidad o la baja autoestima aparecen.
Las causas de esta disminución pueden deberse a factores de riesgos característicos de este tipo de sociedad, como el sedentarismo, el ritmo de vida estresante y la exposición diaria a tóxicos ambientales. Otras razones o causas de infertilidad masculina pueden ser de origen cromosómico, como el síndrome de Klinefelter o anatómico, como una alteración en el tracto genital que imposibilita depositar el semen en el fondo de la vagina. Este tipo de causas, de origen masculino, explican el 30% de los problemas de infertilidad.
Idéntico porcentaje, 30%, explican las causas de infertilidad por origen femenino, la más común, plantearse tener hijos cuando el potencial reproductivo de la mujer ha disminuido a partir de los 35 años. Por otra parte, el 20% de los casos son explicados por causas mixtas y el 20% por causas inexplicables (IVI, 2019).
Cuando la mujer es la detectada, el hombre suele adoptar, al principio, una posición más optimista que ella (Mikesell, 2000), siendo necesarios, al menos tres años de esta experiencia, para que su nivel de angustia emocional sea equiparable al de su pareja. En cambio, cuando el hombre es el detectado como infértil, no es tan optimista en un principio como en el anterior caso, siendo su primera reacción de frustración, culpabilidad y problemas de autoestima, muchas veces relacionados erróneamente con pérdida de virilidad. Aparecen sentimientos y reacciones asociados a la infertilidad y emociones negativas que pueden llegar a afectar a la persona en cuestión.
Independientemente del origen del problema o de la dificultad para conseguir el embarazo, la mujer es la única que puede gestar el embrión y dar a luz. En ella recae la mayor parte de los tratamientos de reproducción, muchos de ellos un tanto incómodos, como la estimulación ovárica, que influye en que el hombre se sienta más culpable si él tiene la causa del problema detectada. Pese a que pasar por los procedimientos puede ser incómodo para ellas, en cierta forma participan activamente en el proceso. En cambio, el hombre puede sentirse excluido del proceso.
También se observan por sexos, diferentes formas de afrontar el problema y disminuir el estrés. Los hombres para cuidar su salud emocional suelen centrarse en actividades que les ayuden a aislarse de la realidad y no pensar en el diagnóstico, como centrarse más en el trabajo, el deporte o sus hobbies. Esto puede generar malentendidos con su pareja, ya que las mujeres suelen necesitar hablar más para desahogarse, pensar erróneamente que como parece distraído, él no está preocupado.
Es importante que ambos formen un equipo unido con la idea de perseguir el mismo objetivo. Respetar los tiempos de la pareja sin romper con la comunicación, el apoyo, la paciencia y la fortaleza.
Cuando se detectan dificultades, es fundamental que acudan a un profesional de la psicología. Pese a que puede no haber en la pareja un problema de fondo, si no se gestiona bien la situación, puede acabar desgastándolos y ser un motivo de divorcio. Por ejemplo, es común en muchas parejas que se rompan cuando uno quiere seguir con los tratamientos y el otro no. Acudir a un/a psicólogo/a experto en el tema puede ayudarles a la toma de decisiones analizando con ellos toda la situación en su conjunto y proporcionando herramientas para reenfocar las dificultades.
También puede ser de ayuda unirse a asociaciones en las que hay personas con problemas de infertilidad y pueden apoyarles ante estos momentos tan difíciles.
Las alteraciones que afectan al cuello uterino implican problemas de fertilidad femenina. Los factores cervicales…
La familia o los amigos son un gran apoyo para las parejas con problemas de…
Si te cuestionas cómo afectará a tu vida quedarte embarazada debes saber que esperar un…
La atención y orientación psicológica en los tratamientos de reproducción asistida es básica cuando surgen…
¿La donación de óvulos tiene efectos secundarios o complicaciones que son importantes conocer? Es relevante…
Si has intentado tener un hijo de diferentes maneras y no lo has conseguido puedes…
View Comments
Hola Martha. A mayor edad el riesgo de intalfirided, aborto y malformaciones en los bebes, es mayor. Tu riesgo de tener intalfirided a los 41 es aproximadamente 60%, de tener un aborto es aproximadamente 40% y de tener un nif1o con sindrome de Down es aproximadamente 1 en 60. Teniendo 3 hijos ya, creo que es una decisif3n que debes analizar con detenimiento. Sin embargo si el deseo es mucho, sigue adelante y cercif3rate de tener una asesoreda adecuada que permita detectar alteraciones gene9ticas en tu embarazo tempranamente. Te deseo mucha suerte. Juan Luis Giraldo.