Los tratamientos de reproducción asistida, tradicionalmente han recibido una mayor atención desde el punto de vista médico. El gran avance que supone un cambio en la vida de millones de personas a lo largo del mundo, que han luchado contra la infertilidad desde hace de 25 años. Si bien, el componente emocional de lo que implica el proceso ha pasado más desapercibido. La gran mayoría de pacientes que padecen infertilidad experimentan síntomas psicológicos de ansiedad y depresión. Desde la primera visita al especialista, casi la mitad de los pacientes ya suelen referir síntomas psicológicos. Estos pueden llegar a ser muy desagradables, e influir en el éxito del tratamiento de forma más o menos directa. Por ejemplo, si una mujer se siente deprimida, tendrá más probabilidades de dejar el tratamiento, pese a que el profesional médico le haya ofrecido optimistas probabilidades de éxito. De ahí deriva la importancia de la orientación psicológica en los tratamientos de reproducción asistida.
Hablamos de la terapia psicológica en la reproducción asistida
Los psicólogos, como profesionales de la salud mental que somos, podemos ejercer como consejeros o psicoterapeutas dentro de una unidad de reproducción asistida, si cumple los requisitos formativos y profesionales necesarios. Realizamos una gran labor a las personas con problemas de reproducción. Un buen psicólogo manifiesta sensibilidad, empatía y comprensión ante tan delicada situación. Los pacientes pueden encontrar el apoyo que necesitaban para incrementar sus habilidades de afrontar la situación., y abordar la situación de una mejor forma.
Además, como ya hemos comentado en anteriores entradas, de acuerdo con diferentes investigaciones, el aprendizaje de las estrategias de controlar el estrés en el tratamiento de fertilidad puede ayudar a incrementar las posibilidades de embarazo y de concepción.
Existen situaciones en el proceso de la reproducción asistida que se considera básico el apoyo e intervención del psicólogo. Una de estas situaciones antes de quedarse embarazada es la del consejo genético, dadas las múltiples implicaciones emocionales que conlleva:
El consejo genético es un proceso que informa a los pacientes ya sus familias que tienen una enfermedad genética o riesgo de sufrirla. Proporciona información para que se tome la decisión reproductiva a seguir con el adecuado conocimiento de la causa y del riesgo probabilístico que tienen.
En estos casos, y tras surgir problemas para concebir el psicólogo ayuda a conocer cómo se ha configurado la historia personal del paciente y de su pareja, así como su personalidad y las consecuencias que ha tenido en su historia vital. De acuerdo con Gordillo (2008), existen intervenciones psicológicas con rigor científico que permiten conocer los diversos caminos emocionales escogidos por los pacientes. A continuación explicaremos brevemente tres:
- Crisis vital: El objetivo es que la persona recupere su funcionamiento previo, proporcionado un espacio de contención emocional durante aproximadamente 5 sesiones. Se ofrecen las técnicas necesarias en función de cada individuo.
- Counselling: El objetivo es encontrar la problemática principal de cada paciente explorando diferentes alternativas congruentes con los principios del paciente. El terapeuta apoya en la toma de decisiones, la elaboración de los duelos o en la construcción de nuevas formas de ver la vida. Se suele necesitar aproximadamente 25 sesiones, en función de la velocidad marcada por el paciente. Además, el terapeuta puede dirigir la terapia de una manera más o menos directiva, en función del caso. En este tipo de intervención se utilizan diversas técnicas, por ejemplo, intervenir en la relación de pareja, introduciendo cambios para recuperar la ilusión pérfida (Beck, 1990; O´Connor, 1990).
- Psicoterapia: El objetivo varía en función del “foco” de trabajo y del modelo concreto seguido por el terapeuta. Se reintrepretan y recolocan las vivencias del paciente y su pareja para resolver su conflicto. El terapeuta ha de reconocer los valores que tiene el paciente consigo mismo y con los demás. El número de sesiones varía en función del contrato terapéutico realizado.
- Beck, A. (1990). Con el amor no basta. Barcelona: Círculo de lectores.
- Gordillo, V. (2008). Nuevas perspectivas en orientación. Del counselling al coaching. Madrid Síntesis.
- O´Connor, D. (1990). Cómo hacer el amor con la misma persona para el resto de su vida y con el mismo entusiasmo. Barcelona: Urano.