La donación de semen es anónima. Así lo establece la legislación española sobre reproducción asistida, que indica claramente que en ningún caso los padres ni el futuro hijo pueden conocer la identidad del donante.
De hecho, según la ley, el donante no es seleccionado por los padres, sino por el laboratorio en el que se realiza la inseminación. Tras examinar a todos los candidatos y consultar con los padres las posibles alternativas será el personal especializado del centro el encargado de elegir al donante ideal. Para ello tienen en cuenta tanto las características físicas como psicológicas del donante de semen.
El único caso en el que alguien puede conocer la identidad del donante es si fuera imprescindible por motivos de salud del feto o por requerimiento judicial. En todo caso dicha identidad solo sería conocida por los médicos que lo estén tratando y por los autoridades implicadas. En ningún caso se facilitara la identidad del donante a los padres.
Por otra parte, también es imposible que el donante conozca la identidad del hijo engendrado con su semen ni la de los padres del mismo.
