Es cierto que el embarazo no es una enfermedad, pero bajo algunas circunstancias tu médico decidirá si es recomendable o no, que continúes trabajando.
- Si tu estado de salud es óptimo.
- Anteriores embarazos de riesgo.
- Tu edad.
- El tipo de trabajo al que te dedicas.
- Tu Horario. ¿Trabajas más de 8 horas diarias?
Cuando se analizan estos factores y el médico considera que tu futuro embarazo podría tener complicaciones, es posible que te prohiba seguir trabajando. En otros casos te recomendará reducir la jornada laboral o pensar en cambiar de funciones, poco antes de embarazarte.