El embarazo es considerado por muchas mujeres un periodo crítico y estresante, incluso si ha sido deseado por ella misma, su pareja y su familia. Si te cuestionas cómo afectará a tu vida quedarte embarazada, debes saber que quedarte embarazada y esperar un bebé supone una nueva adaptación a muchos cambios relevantes. Por ejemplo, respecto a la propia identidad, el papel ante sí misma y la sociedad, la organización familiar y laboral.
Cambios a los que tienes tienes que adaptarte al quedarte embarazada
Estos cambios requieren en la mujer embarazada, y en su pareja aunque en menor medida, grandes adaptaciones. Por un lado físicas, por ejemplo, cambios en el estilo de vida; por otro lado, psicológicas, como los cambios en la actividad sexual; y también sociales, por ejemplo, el nuevo papel como madre respecto a su familia de origen.
Además, la mujer embarazada ha de asumir posibles incertidumbres, cambios endocrinos relacionados con el cuerpo o la propia organización psicológica de estos cambios.
Por todo lo expuesto hasta ahora, se explica que el embarazo es un periodo crítico de mayor vulnerabilidad a la aparición de trastornos psicopatológicos.
Existe literatura especializada que afirma que hasta el 40% de las mujeres embarazadas sufren cambios emocionales durante el proceso grávido-puerperal.
En ocasiones estos desajustes pueden considerarse relevante a nivel clínico, especialmente las relacionadas con la ansiedad y la depresión.
La aparición de trastornos emocionales puede explicarse tanto por factores psicológicos como socioculturales, y que afectan a la vida de la futura mama y de su pareja.
Actualmente existen todavía miedos arcaicos en el embarazo sobre la propia salud de la mujer y su futuro hijo, especialmente relacionados con la capacidad futura de la madre para cuidar al bebé. Estos están relacionados con significados sociales y psicológicos relacionados con la maternidad.
Suele darse durante el embarazo, que la pareja idealice al futuro bebé, teniendo unas expectativas irreales sobre él/ella. Es bastante común cuando nace el bebé, que estas expectativas no se cumplan y se vuelvan más realistas, habiendo muchos menos refuerzos positivos de los esperados.
También es destacable que existan en algunas mujeres, modificaciones no deseables en sus papeles profesionales y sociales, como consecuencia del embarazo. Lo que aumenta su malestar psicológico en el embarazo.
En lo referente a la pareja de la mujer embarazada, suelen expresar su ansiedad a través de, en general, la adopción de una de estas dos posturas: Por un lado, el rechazo a los cambios corporales sufridos y, por otro, una excesiva sobreprotección hacia ella.
Aquellas mujeres que se han quedado embarazadas gracias a las técnicas de reproducción asistida, suelen tener características que las hacen aún más vulnerables a sufrir consecuencias emocionales durante el embarazo. Una de estas características es mayor edad, en torno a los 40 años, en la que existen mayores problemas de embarazo, parto y desarrollo óptimo del niño. Otra razón que hace a este grupo de mujeres más vulnerables, es que en los tratamientos de reproducción, existen más posibilidades de que se produzcan embarazo de gemelos o múltiple. A esto se le suma que, para muchas mujeres el hecho de haber tenido problemas previos de infertilidad, afecta a su confirmación de la imagen que tiene de mujer, como completa y realizada. Muchas de ellas suelen sentirse diferentes, inferiores y culpables respecto a las que no tienen esta problemática.
En conclusión, cuando una mujer se queda embarazada, para comprenderla, han de tenerse en cuenta los cambios biológicos y físicos que está sufriendo, y también el resto de factores que afectan a la madre, a su pareja, al hijo y a su entorno.
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