Esta técnica, llevado a cabo en Nottingham, Inglaterra, consiste en un rápido análisis del material genético de los óvulos fertilizados para examinar si hay anomalías cromosómicas.
Simon Fishel, director del equipo de esta investigación, expresó que el nacimiento de Oliver, como le pusieron a la criatura, puede ayudar a parejas cuyos tratamientos de fertilización in vitro(IVF) no obtuvieron los resultados deseados.
Por esto último, cabe resaltar que la mujer que dio a luz a Oliver tiene 41 años y fue sometida a tratamientos de IVF infructíferos.