Ello depende del lapso de tiempo que pase entre el momento de la lesión y el de la visita de la mujer a un galeno.
Por ello, en los tres primeros meses pueden cicatrizarse las zonas afectadas de forma espontánea, y si son pequeñas, a través de catéteres y drenajes.
También la cirugía, en los casos donde ha pasado más tiempo sin examen especializado, puede cerrar la fístula(su éxito oscila entre 80 y 95% en la primera intervención). Hay casos donde se tendrá que realizar más de una operación, aunque así se reducen las probabilidades de recuperación.
No obstante, en lo respecta a recuperar la función normal del paso urinario y la de las demás estructuras pélvicas, un 16 a 32 % siguen siendo incontinentes luego de la cirugía.