El diagnóstico genético preimplantacional (conocido por las siglas DGP) es el estudio del ADN de embriones humanos para desartar los que portan algún tipo de defecto congénito.
Es una practica asociada a los tratamientos de fecundación in vitro, antes de implantar los embriones humanos en el útero. El proceso es complejo e involucra a una nómina de profesionales amplia y diferenciada.
El primer paso a la hora de llevar a cabo un diagnóstico genético preimplantacional consiste en la realización de una micro biopsia de cada embrión (en la que sólo se extraen una o dos células). Se analiza entonces el núcleo de las células extraídas buscando posibles alteraciones en su ADN.
El embrión se mantiene mientras tanto en cultivo en espera de los resultados del diagnóstico genético preimplantacional
El DGP es especialmente útil, por ejemplo, en el caso de madres de edad avanzada (mayores de 40 años), entre las que estadísticamente es hasta un 60% mayor la posibilidad de desarrollar embriones con algún tipo de anormalidad.
