Los radicales libres son moléculas reactivas que dañan a otras que están a su alrededor y buscan estabilizarse en nuestro organismo causando desorden en las membranas celulares de nuestro cuerpo.

Si bien son beneficiosos en las cantidades adecuadas, el exceso de ellos perjudica la salud, enfermedades como el cáncer o problemas cardiacos son el resultado de su elevada cantidad.

Para controlar la presencia de radicales libres es necesario tener una adecuada alimentación, evitar el consumo de alcohol o tabaco y protegerse de factores externos como la contaminación ambiental.

Las parejas que desean convertirse en padres deben mantener una dieta balanceada y no abusar del consumo de bebidas alcohólicas o del cigarrillo, ya que estas limitan la cantidad de espermatozoides y óvulos, e impiden así la formación de un nuevo ser.

Sumado a estos factores, una persona con acumulación de radicales libres envejece más pronto debido al daño sufrido en las células de colágeno y elastina.  Asimismo, su sistema cardiovascular y nervioso se verán afectados negativamente.