Los beneficios del yoga alcanzan incluso a las parejas infértiles que durante años han intentado ser padres, sin el menor éxito.
Esta práctica milenaria utiliza distintas posturas que nos permiten relajarnos y aliviar tensiones; que es precisamente a donde necesitan llegar las parejas para lograr concebir.
El estrés se convierte en el gran problema durante la búsqueda del embarazo debido a que el nivel de ansiedad vivido afecta nuestro equilibrio hormonal. Sin embargo, a través de las posturas aprendemos a manejar las emociones y también a relajarnos.
Los ejercicios de yoga centran su atención en el aparato reproductor, que al fortalecerse contribuye a la fecundación, asimismo; los órganos se estimulan y fortalecen gracias al incremento de la circulación sanguínea.
En vista que el estado de ánimo es mucho mejor, las personas se sienten más motivadas a cambiar sus hábitos de alimentación y con esta última decisión suman puntos a sus posibilidades de tener un bebé.