Un estudio desarrollado por la Universidad de Edimburgo, Escocia, determinó que las mujeres embarazadas que utilizan perfumes o productos perfumados excesivamente, aumentan así las probabilidades de que su bebé varón desarrolle problemas de fertilidad futuros.

De acuerdo a lo hallado en la investigación, hay un periodo determinante entre las ocho y doce semanas de gestación, donde la exposición a sustancias químicas que conforman estos productos afectaría  la producción de esperma de la criatura posteriormente.

Esta investigación fue llevada a cabo con ratas, donde los científicos bloquearon la acción de sus andrógenos(hormonas sexuales) como la testosterona, entre otros. Luego, los resultados demostrarían que las hormonas bloqueadas mermaron la fertilidad de los animales.

Sin embargo, lo importante aquí fue que algunas de las sustancias químicas utilizadas para este bloqueo se usan ampliamente en la elaboración de productos como cosméticos, perfumes, textiles, entre otros, los mismos que son absorbidos por el organismo de una mujer gestante y del bebé a la vez.