Madres de alquiler ¿en qué consiste el proceso?


La mayoría de parejas que buscan una madre de alquiler suelen recurrir a agencias de subrogación de vientre, en aquellos paises en los que esta práctica está permitida. En estos casos, el proceso suele ser muy similar.

En primer lugar, la pareja recibe unos folletos o documentos con la información más relevante sobre la maternidad sustituta. Con esta información previa, la pareja que quiere concebir se reúne con los especialistas, entre los que se cuentan un abogado y un psicólogo, y estudian las diferentes opciones con las que cuentan. De esta forma se determina cuál el método que más conviene en su caso, si la opción tradicional o la gestacional

embarazadaEn esta reunión inicial, la pareja deberá determinar qué características espera de la madre en alquiler, qué tipo de contacto le gustaría mantener con ella y todo lo concerniente a cuestiones financieras y legales.

Después deben eligir entre las mujeres a aquella que más se ajuste a sus deseos. Las madres de alquiler deben cumplir una serie de requisitos: ser madres preferentemente de por lo menos dos niños y haberlos criado, tener entre 25 y 35 años, someterse a un minucioso examen de salud y evaluación psicológica, tener una situación económica estable…

Después se produce el encuentro entre ambas partes y se debe llegar a un acuerdo sobre todos los aspectos concernientes al embarazo. Debido a la complejidad del tema y a los posibles problemas que pudieran surgir, es recomendable que ambas partes cuenten con un abogado. También es buena idea buscar asesoramiento psicológico, ya que tanto la idea de tener que dar al bebé que has llevado 9 meses en tu vientre como la de que otra mujer geste a tu hijo puede resultar difícil de aceptar.

Una vez establecidos los términos del contrato, se puede comenzar ya con el proceso puramente biológico.

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