La serotonina tiene un rol inhibidor en la conducta sexual. Su exceso a nivel cerebral provoca una notable disminución de las conductas de cópula y del impulso sexual, generalmente, en el ser humano.
Es por ello que ciertas tradiciones populares asocian el incremento de la conducta sexual con el consumo de alimentos con bajos niveles de serotomina.
Asimismo, los alimentos que mantienen altos los niveles de serotonina son el chocolate, la harina, el pan, la pasta o el arroz, entre otros.