Consumir drogas tiene efectos muy perjudiciales para la fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer. Los hombres que consumen estas drogas suelen presentar disminución de la libido, espermatozoides de forma anómala y recuento espermático bajo. También existe un mayor riesgo de problemas genéticos en los espermatozoides.

Las mujeres que las consumen suelen presentar problemas de ovulación, irregularidades menstruales y disminución de la reserva ovárica, y existe un vínculo conocido entre bebés nacidos con defectos congénitos y el consumo de estas drogas. La cocaína daña el funcionamiento de las trompas de Falopio y aumenta de forma significativa el riesgo de aborto. Esta droga también atraviesa la placenta y afecta al bebé en el útero. Este puede nacer ogodependiente y sufrir graves síntomas de abstinencia y posibles daños cerebrales.