La alimentación es la base de una vida sana. Si quieres tener un hijo, ten en cuenta que tu cuerpo tiene que estar en las mejores condiciones para albergar la vida de tu nuevo hijo durante los nueve meses de embarazo y que los cambios hormonales que vas a experimentar son muy fuertes. Llevar una dieta sana, rica en ácido fólico y líquidos, y controlar el sobrepeso ayudarán al desarrollo saludable de tu bebé durante el período de gestación.

Hay tres aspectos relacionados con la alimentación antes del embarazo que tienes que tener muy presentes:

• El peso
• El hierro
• El ácido fólico

El peso antes del embarazo

El exceso de peso triplica el riesgo de sobrepeso de tu futuro hijo. Si tienes este tipo de problema, el momento ideal para normalizarlo es antes del embarazo. Nunca debes empezar una dieta adelgazante durante los meses de gestación: cuando se pierde peso el cuerpo genera una serie de sustancias llamadas cuerpos cetónicos que atraviesan la placenta y son dañinas para el bebé.

El hierro antes del embarazo

Favorece el desarrollo del bebé. Forma parte de los glóbulos rojos y es el encargado de transportar el oxígeno que se respira a las células del cuerpo. El hierro se encuentra en carnes, legumbres, verduras y cereales. Consúmalo con vitamina C para favorecer su absorción.

El ácido fólico antes del embarazo

El consumo diario de al menos 400 microgramos (en tabletas) de ácido fólico reduce entre un 50 y un 70 por ciento el riesgo de defectos del tubo neural en el bebé (como espina bífida) y en cerca del 50 por ciento la probabilidad de un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Se recomienda consumirlo mínimo tres meses antes de concebir. En su estado natural, se encuentra en vegetales de hojas verdes (acelga, espinaca, brócoli), cereales integrales, legumbres (lentejas, arvejas secas) y frutas (naranja, principalmente).