El ejercicio moderado hace posible que el cuerpo y en especial los órganos reproductores reciban en la sangre la cantidad de oxígeno necesario para la concepción.
Antes del embarazo reduce el estrés o la ansiedad.
Mejora el estado de ánimo. Las endorfinas que son liberadas disminuyen las posibilidades de una depresión.
Facilita el sueño reparador, otorga energías y nos ayuda estar más concentradas.
Algunos ejercicios focalizados reducen la grasa corporal y potencian la tonificación de los músculos.
Una vez embarazada sufrimos menos de estreñimiento, hemorroides o náuseas matutinas.
Es importante la práctica de ejercicio moderado, los deportes más recomendados son la natación o las caminatas 3 veces a la semana durante 30 minutos. Nunca debes llegar hasta el cansancio extenuante, pues irnos hacia el otro extremo limitará tus posibilidades de ser madre.