El tabaco perjudica directamente a la fertilidad femenina, de eso no hay duda. En los cigarrillos se encuentran muchas sustancias, entre ellas cadmio, plomo y nicotina, que son tóxicas y que, al parecer, tienen un efecto perjudicial en la pared del útero y en la función ovárica. Además, el tabaco reduce las reservas en el organismo de vitaminas y minerales importantes, en particular de¡ cinc, el selenio la vitamina C.
Por otra parte, el tabaco se suele relacionar tambien con la escasez de moco cervical y afecta al sistema endocrino, que regula la secreción hormonal.
Los estudios han demostrado que las fumadoras tienen un 40 % menos de posibilidades de quedarse embarazadas.
Fumar acelera la pérdida de óvulos y los daños en el ADN. En consecuencia, los óvulos no pueden fecundarse o se produce un aborto poco después de la implantación. Por último, el tabaco puede acortar tu vida reproductiva hasta 10 años, y es posible que alcances la menopausia mucho antes que si no fueses fumadora.