Esta disfunción consiste en la ausencia de sensaciones placenteras, aunque existan erección y eyaculación, en una relación sexual.
Entre sus causas más comunes podemos distinguir dos de distinta índole:
Orgánicas:
- Enfermedades endocrinológicas
- neurológicas
- ginecológicas
Y psicológicas, que son las más frecuentes:
- Experiencias sexuales traumáticas.
- Actores interpersonales.
- Monotonía en la falta de concentración, angustia, etc.
- Ambivalencia respecto a su compromiso de cara a la relación de pareja, el temor al abandono, a afirmar la propia independencia, sentimiento de culpabilidad sexual, entre otros.
Sin embargo, hay diversos tratamientos para resarcir esta situación, en especial la de un psicólogo experto.